23 DE SEPTIEMBRE
FIESTA LITÚRGICA DEL PADRE PÍO
El 23 de septiembre de 1986 el Padre Pío de Pietrelcina deja su vida terrenal para ir junto al Padre.
Su vida había sido una continua oración, una persistente súplica a Dios, para presentarle las necesidades y los dolores; las esperanzas y las ansias de los hombres.
Él decía que: “Es la oración, esta fuerza mancomunada de todas las almas buenas, la que mueve al mundo, la que renueva las conciencias, la que alivia a los que sufren, la que cura a los enfermos, la que santifica el trabajo, la que mejora la asistencia sanitaria, que consigue fuerza moral y cristiana resignación para el sufrimiento humano, que extiende la sonrisa y la bendición de Dios sobre toda enfermedad y toda debilidad. Es necesario rezar mucho y siempre” Padre Pío.

Padre Pío necesito de ti
Padre Pío,hombre de amor
NOVENA EN HONOR AL PADRE PÍO
NOVENO DÍA
“María convierta en gozo todos los dolores de tu vida.” Padre Pío

Novena día 9 Gotas de Paz
OCTAVO DÍA
“Mi corazón es tuyo… Oh Jesús mío; toma pues, mi corazón, llénalo de tu amor, y después mándame lo que quieras.” Padre Pío

Novena Día 8 Gotas de Paz
DESDE EL 21 AL 23 TRIDUO EN HONOR AL PADRE PÍO
DESDE EL 14 AL 23 DE SEPTIEMBRE
SÉPTIMO DÍA
“La verdadera humildad del corazón es aquella que, más que mostrarla, se siente y se vive. Ante Dios hay que humillarse siempre, pero no con aquella humildad falsa que lleva al abatimiento, y que produce desánimo y desesperación.
Hemos de tener un bajo concepto de nosotros mismos. Creernos inferiores a todos. No anteponer nuestro propio interés al de los demás.” Padre Pío

Novena día 7 Gotas de Paz
SEXTO DÍA
“Ejercítate con particular esmero, hija mía queridísima, en la dulzura y en la sumisión a la voluntad de Dios, no sólo en las cosas extraordinarias sino también en aquellas pequeñas que nos suceden cada día.” (Padre Pío)
Novena día 6, Gotas de Paz
QUINTO DÍA
“La profesión de fe más bella es la que sale de tus labios en la oscuridad, en el sacrificio, en el dolor, en el esfuerzo supremo por buscar decididamente el bien.” Padre Pío

Novena día 5 Gotas dePaz
CUARTO DÍA
El Dios de los cristianos es el Dios de las transformaciones. Echáis en su seno el dolor y sacáis la paz; echáis desesperación y veréis surgir la esperanza.

Novena día 4 Gotas de Paz
TERCER DÍA

Novena Día 3 Gotas de Paz
SEGUNDO DÍA

Dia 2 novena Gotas de Paz
PRIMER DÍA

NOVENA AL PADRE PIO
SEPTIEMBRE MES DE LA BIBLIA Y DEDICADO AL PADRE PÍO

En septiembre, la Iglesia celebra el mes de la Santa Biblia y llama a meditar diariamente la Palabra de Dios contenida en las Sagradas Escrituras.

"Levántate, pues, Señor, y confirma en tu gracia a aquellos que me has confiado..." (Padre Pío)
Oración a San Pío de Pietrelcina del Santo Padre Juan Pablo II
¡Oh humilde y amado Padre Pío! Enséñanos también a nosotros, te pedimos, la humildad del corazón para formar parte de los
pequeños del Evangelio, a quienes el Padre les ha prometido revelar los misterios de su Reino.
Ayúdanos a rezar sin cansarnos nunca, seguros de que Dios conoce lo que necesitamos, antes de que se lo pidamos.
Danos una mirada de fe capaz de capaz de reconocer con prontitud en los pobres y en los que sufren el rostro mismo de Jesús.
Apóyanos en la hora del combate y de la prueba y, si caemos, haz que experimentemos la alegría del sacramento del perdón.
Transmítenos tu tierna devoción a María, Madre de Jesús y nuestra.
Acompáñanos en la peregrinación terrena hacia la patria bienaventurada, donde esperamos llegar también nosotros para contemplar para siempre la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
Juan Pablo II
27 DE NOVIEMBRE CELEBRAMOS EL DÍA DE LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA
« ¡Oh María, sin pecado concebida! ruega por nosotros que recurrimos a Ti »

¡Bendita tú eres entre todas las mujeres! Has sido íntimamente asociada a toda la obra de nuestra Redención, asociada a la Cruz de nuestro Salvador: tu corazón fue traspasado junto a su Corazón. Y ahora, en la gloria de tu Hijo, no cesas de interceder por nosotros, pobres pecadores. Velas por la Iglesia, de la que eres la Madre. Velas por cada uno de tus hijos, y alcanzas de Dios, para cada uno de nosotros, todas las gracias que simbolizan los rayos de luz que emergen de tus manos abiertas, con la sola condición de que nos atrevamos a pedírtelas, de que nos acerquemos a Ti con la confianza, la osadía, la sencillez de un niño. Y así, nos llevas sin cesar hacia tu divino Hijo.
Juan Pablo II (1980)
26 DE NOVIEMBRE ULTIMO DÍA DE LA NOVENA
Mantente cada vez más unido a la Madre del Cielo, porque Ella es el mar a través del cual se alcanzan las playas de los esplendores eternos en el Reino de la Aurora. (Padre Pío)
VER ACÁ
DÍA NOVENO
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración para todos los días
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
Lectura bíblica del noveno día: 1º Carta de Juan 4, 7-14
Meditación: La paz, como el amor, es un fruto de nuestra unión con Dios. La Virgen María es la Reina de la paz, da la paz al alma que acude a ella por la devoción, construye la paz en los hogares que la invocan y por ella la sociedad llegará a una paz duradera.
Profundización
Las apariciones de la Virgen de la Medalla Milagrosa constituyen indudablemente una de las pruebas más exquisitas de su amor maternal y misericordioso.
Amemos a quien tanto nos amó y nos ama. "Si amo a María -decía San Juan Bérchmans- tengo asegurada mi eterna salvación".
Como su feliz vidente y confidente, Santa Catalina Labouré, pidámosle cada día a Nuestra Señora, la gracia de su amor y de su devoción.
Oración de consagración Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Postrado ante tu acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludarte en el augusto misterio de tu concepción sin mancha, te elijo, desde ahora y para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo te prometo, Virgen Purísima, no olvidar jamás, ni tu culto, ni los intereses de tu gloria, a la vez que prometo también promover en los que me rodean, tu amor.
Recíbeme, Madre tierna, desde este momento y sé para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén
Oración a Nuestra Señora para la sanación
¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia, te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos!, aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido enfermo (nombre por quien se desea orar), a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecido y exclamar: ¡El Señor y la Medalla Milagrosa te han curado! Amén.
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los han acudido a tu protección e implorado vuestro auxilio , haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén
Rezar: tres veces el Padre Nuestro, el Ave María y Gloria.
Jaculatoria: Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
DIA OCTAVO
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración para todos los días
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
Lectura bíblica del octavo día: Lucas 1, 46-55
Meditación: María oraba y meditaba el mensaje de salvación de Dios a su pueblo. La Palabra de Dios nos habla, nos cuestiona, nos alienta; por lo tanto es preciso leerla, meditarla y vivirla con fidelidad.
Profundización
Fueron tantos y tan portentosos los milagros obrados por doquier por la nueva medalla (conversiones de pecadores obstinados, curación de enfermos desahuciados, hechos maravillosos de todas clases) que la voz popular empezó a denominarla con el sobrenombre de la medalla de los milagros, la medalla milagrosa; y con este apellido glorioso se ha propagado rápidamente por todo el mundo.
Deseosos de contribuir también nosotros a la mayor gloria de Dios y honor de su Madre Santísima, seamos desde este día apóstoles de su milagrosa medalla.
Oración de consagración Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Postrado ante tu acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludarte en el augusto misterio de tu concepción sin mancha, te elijo, desde ahora y para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo te prometo, Virgen Purísima, no olvidar jamás, ni tu culto, ni los intereses de tu gloria, a la vez que prometo también promover en los que me rodean, tu amor.
Recíbeme, Madre tierna, desde este momento y sé para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén
Oración a Nuestra Señora para la sanación
¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia, te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos!, aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido enfermo (nombre por quien se desea orar), a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecido y exclamar: ¡El Señor y la Medalla Milagrosa te han curado! Amén.
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los han acudido a tu protección e implorado vuestro auxilio , haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén
Rezar: tres veces el Padre Nuestro, el Ave María y Gloria.
Jaculatoria: Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
DÍA: SÉPTIMO
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración para todos los días
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
Lectura bíblica del séptimo día: Lucas 1, 39-45
Meditación: La misión de la Madre de Jesús no consistió sólo en traerlo físicamente a este mundo, sino en mostrar su verdadero espíritu, que Cristo imprimió fuertemente en el alma de su Madre. Esa es la misma misión que tenemos que cumplir todos los bautizados.
Profundización
Nuestra Señora ordenó a Sor Catalina que fuera acuñada una medalla según el modelo que Ella misma le había diseñado.
Después le dijo: "Cuantas personas la lleven, recibirán grandes gracias que serán más abundantes de llevarla al cuello y con confianza".
Esta es la Gran Promesa de la Medalla Milagrosa. Agradezcámosle tanta bondad, y escudemos siempre nuestro pecho con la medalla que es prenda segura de la protección de María.
Oración de consagración Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Postrado ante tu acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludarte en el augusto misterio de tu concepción sin mancha, te elijo, desde ahora y para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo te prometo, Virgen Purísima, no olvidar jamás, ni tu culto, ni los intereses de tu gloria, a la vez que prometo también promover en los que me rodean, tu amor.
Recíbeme, Madre tierna, desde este momento y sé para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén
Oración a Nuestra Señora para la sanación
¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia, te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos!, aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido enfermo (nombre por quien se desea orar), a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecido y exclamar: ¡El Señor y la Medalla Milagrosa te han curado! Amén.
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los han acudido a tu protección e implorado vuestro auxilio , haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén
Rezar: tres veces el Padre Nuestro, el Ave María y Gloria.
Jaculatoria: Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
DÍA SEXTO
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración para todos los días
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
Lectura bíblica del sexto día: Hechos de los Apóstoles 1, 12-14
Meditación: Toda comunidad debe tener una cabeza y un corazón: la comunidad cristiana tiene a Jesucristo como cabeza y a María como corazón. Si quieres que tu apostolado sea fecundo y que el cansancio no te venza, ponte siempre bajo la protección de María.
Profundización
Como marco "¡Oh María, sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!".
Y enseguida oyó una voz que recomendaba llevar la medalla y repetir a menudo aquella oración-jaculatoria, y prometía gracias especiales a los que así lo hiciesen.
¿Dejaremos nosotros de hacerlo? Sería imperdonable dejar de utilizar un medio tan fácil de aseguramos en todo momento el favor de la Santísima Virgen.
Oración de consagración Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Postrado ante tu acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludarte en el augusto misterio de tu concepción sin mancha, te elijo, desde ahora y para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo te prometo, Virgen Purísima, no olvidar jamás, ni tu culto, ni los intereses de tu gloria, a la vez que prometo también promover en los que me rodean, tu amor.
Recíbeme, Madre tierna, desde este momento y sé para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén
Oración a Nuestra Señora para la sanación
¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia, te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos!, aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido enfermo (nombre por quien se desea orar), a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecido y exclamar: ¡El Señor y la Medalla Milagrosa te han curado! Amén.
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los han acudido a tu protección e implorado vuestro auxilio , haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén
Rezar: tres veces el Padre Nuestro, el Ave María y Gloria.
Jaculatoria: Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
DÍA QUINTO
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración para todos los días
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
Lectura bíblica del quinto día: Juan 2, 1-10
Meditación: Ninguna realidad puede causar en nosotros una alegría tan sentida y tan duradera como la de sabernos hijos de Dios e hijos de María. Ten presente a María en todos los momentos de tu vida. Si vas con ella, no te desviaras.
Profundización
De las manos de María Milagrosa, como de una fuente luminosa, brotaban en cascada los rayos de luz. Y la Virgen explicó: "Es el símbolo de las gracias que Yo derramo sobre cuantas personas me las piden", haciéndome comprender -añade Santa Catalina- lo mucho que le agradan las súplicas que se le hacen, y la liberalidad con que las atiende.
La Virgen Milagrosa es la Madre de la divina gracia que quiere confirmar y afianzar nuestra fe en su omnipotente y universal mediación. ¿Por qué, pues, no acudir a Ella en todas nuestras necesidades?
Oración de consagración Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Postrado ante tu acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludarte en el augusto misterio de tu concepción sin mancha, te elijo, desde ahora y para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo te prometo, Virgen Purísima, no olvidar jamás, ni tu culto, ni los intereses de tu gloria, a la vez que prometo también promover en los que me rodean, tu amor.
Recíbeme, Madre tierna, desde este momento y sé para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén
Oración a Nuestra Señora para la sanación
¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia, te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos!, aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido enfermo (nombre por quien se desea orar), a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecido y exclamar: ¡El Señor y la Medalla Milagrosa te han curado! Amén.
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los han acudido a tu protección e implorado vuestro auxilio , haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén
Rezar: tres veces el Padre Nuestro, el Ave María y Gloria.
Jaculatoria: Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
DÍA CUARTO
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración para todos los días
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
Lectura bíblica del cuarto día: Carta a los: Romanos 8, 14-17
Meditación
El Espíritu de Dios condujo a María a la realidad de la redención. Como María, el cristiano que se deja conducir por el Espíritu Santo, llegará a una eminente santidad y la luz de la fe lo iluminará para conocer las cosas de Dios y gustar de ellas.
Reflexión
En la tarde del 27 de noviembre de 1830, baja otra vez del Cielo la Santísima Virgen para manifestarse a Santa Catalina Labouré.
De pie entre resplandores de gloria, tiene en sus manos una pequeña esfera y aparece en actitud extática, como de profunda oración. Después, sin dejar de apretar la esfera contra su pecho, mira a Sor Catalina para decirle: «Esta esfera representa al mundo entero.., y a cada persona en particular».
Como el hijo pequeño en brazos de su madre, así estamos nosotros en el regazo de María, muy junto a su Corazón Inmaculado. ¿Podría encontrarse un sitio más seguro?
Oración de consagración Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Postrado ante tu acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludarte en el augusto misterio de tu concepción sin mancha, te elijo, desde ahora y para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo te prometo, Virgen Purísima, no olvidar jamás, ni tu culto, ni los intereses de tu gloria, a la vez que prometo también promover en los que me rodean, tu amor.
Recíbeme, Madre tierna, desde este momento y sé para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte. Amén
Oración a Nuestra Señora para la sanación
¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia, te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos!, aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido enfermo (nombre por quien se desea orar), a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecido y exclamar: ¡El Señor y la Medalla Milagrosa te han curado! Amén.
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los han acudido a tu protección e implorado vuestro auxilio , haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén
Rezar: tres veces el Padre Nuestro, el Ave María y Gloria.
Jaculatoria: Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

María sea la estrella que os ilumine la senda, os muestre el camino seguro para llegar al Padre del cielo; sea como el ancla a la que os debéis sujetar cada vez más estrechamente en el tiempo de la prueba. (Padre Pío)
DÍA TERCERO
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Oración para todos los días
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
Lectura bíblica del tercer día: Juan 13, 34-35
Meditación: En su vida, María se preocupaba más por amar que por comprender, vivía todo en la dimensión del amor. ¡Qué distinta sería nuestra vida cristiana si en todo nos moviera clamor, si el amor fuera la explicación de nuestras actitudes y reacciones!
Reflexión
En sus confidencias díjole la Virgen Milagrosa a Sor Catalina: «Acontecerán no pequeñas calamidades. El peligro será grande. Llegará un momento en que todo se creerá perdido. Entonces yo estaré con vosotros: tened confianza…»
Refugiémonos en esta confianza, fuertemente apoyada en las seguridades que de su presencia y de su protección nos da la Virgen Milagrosa. Y en las horas malas y en los trances difíciles no cesemos de invocarla: «Auxilio de los cristianos, rogad por nosotros».
Oración de consagración Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Postrado ante tu acatamiento, ¡Oh Virgen de la Medalla Milagrosa!, y después de saludarte en el augusto misterio de tu concepción sin mancha, te elijo, desde ahora y para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y Protectora ante la majestad de Dios.
Yo te prometo, Virgen Purísima, no olvidar jamás, ni tu culto, ni los intereses de tu gloria, a la vez que prometo también promover en los que me rodean, tu amor.
Recíbeme, Madre tierna, desde este momento y sé para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte.
Amén
Oración a Nuestra Señora para la sanación
¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia, te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos!, aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido enfermo (nombre por quien se desea orar), a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecido y exclamar: ¡El Señor y la Medalla Milagrosa te han curado! Amén.
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los han acudido a tu protección e implorado vuestro auxilio , haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén
Rezar: tres veces el Padre Nuestro, el Ave María y Gloria.
Jaculatoria: Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
NOVENA A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

No se consigue la salud espiritual sino con la oración; no se gana la batalla sino con la oración. Padre Pío
Himno a la Medalla Milagrosa
DÍA SEGUNDO
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Oración para todos los días
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
Lectura bíblica del segundo día: Lucas 1, 30-38
Meditación: María creyó en su Hijo, Jesús, en todo momento, aún crucificado y muerto. Cree en Dios, en el amor de Dios, y cree cuando las cosas te salgan bien y cuando te salgan mal. Que nada te haga dudar del amor de Dios.
Reflexión
En su primera aparición, la Virgen Milagrosa enseñó a Santa Catalina la manera como había de portarse en las penas y tribulaciones que se avecinaban.
«Venid al pie de este altar - decíale la celestial Señora -, aquí se distribuirán las gracias sobre cuantas personas las pidan con confianza y fervor, sobre grandes y pequeños.»
Que la Virgen de la Santa Medalla y Jesús del Sagrario sean siempre luz, fortaleza y guía de nuestra vida.
Oración de consagración Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, nos ofrecemos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Que esta medalla sea para cada uno de nosotros, prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo. Que siempre que la llevemos nos bendiga tu amorosa protección y nos conserve en la gracia de tu Hijo. Oh Virgen poderosa, consérvanos siempre a tu lado en todos los instantes de nuestra vida. Concede a estos hijos, la gracia de una buena muerte, para que en unión contigo podamos gozar para siempre de la eterna felicidad. Amén.
Oración a Nuestra Señora para la sanación
¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia, te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos!, aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido enfermo (nombre por quien se desea orar), a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecido y exclamar: ¡El Señor y la Medalla Milagrosa te han curado! Amén.
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los han acudido a tu protección e implorado vuestro auxilio , haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén
Rezar: tres veces el Padre Nuestro, el Ave María y Gloria.
Jaculatoria: Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
NOVENA A LA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA

En el mes de María celebramos a Nuestra Madre del Cielo bajo la advocación de La Medalla Milagrosa
DÍA PRIMERO
Por la Señal de la Santa Cruz de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen
Oración para todos los días
Virgen y Madre Inmaculada, mira con ojos misericordiosos al hijo que viene a ti, lleno de confianza y amor, a implorar tu maternal protección y a darte gracias por el gran don celestial de tu bendita Medalla Milagrosa.
Creo y espero en tu Medalla, Madre mía del Cielo, y la amo con todo mi corazón, y tengo la plena seguridad de que no me veré desatendido. Amén.
Lectura bíblica del primer día: Lucas 1,26-31.
Meditación: Cuando María recibió el anuncio del ángel y aceptó los planes de Dios, no conocía muchos detalles, pero se puso ciegamente en las manos de su Señor. Ese será el mérito de nuestra fe: confiar plenamente en la bondad y providencia divinas.
Reflexión
En una medianoche iluminada con luz celeste como de Nochebuena -la del 18 de julio de 1830- se apareció por primera vez la Virgen Santísima a Santa Catalina Labouré, Hija de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Y le habló a la santa de las desgracias y calamidades del mundo con tanta pena y compasión que se le anudaba la voz en la garganta y le saltaban las lágrimas de los ojos.
¡Cómo nos ama nuestra Madre del Cielo! ¡Cómo siente las penas de cada uno de sus hijos! Que tu recuerdo y tu medalla, Virgen Milagrosa, sean alivio y consuelo de todos los que sufren y lloran en desamparo.
Oración de consagración Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Oh Virgen, Madre de Dios, Inmaculada María, nos ofrecemos y consagramos a ti, bajo el título de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa. Que esta medalla sea para cada uno de nosotros, prenda del amor que nos tienes, y nos recuerde nuestros deberes para contigo. Que siempre que la llevemos nos bendiga tu amorosa protección y nos conserve en la gracia de tu Hijo. Oh Virgen poderosa, consérvanos siempre a tu lado en todos los instantes de nuestra vida. Concede a estos hijos, la gracia de una buena muerte, para que en unión contigo podamos gozar para siempre de la eterna felicidad. Amén.
Oración a Nuestra Señora para la sanación
¡Oh María, sin pecado concebida, por tu inmensa bondad y tierna misericordia, te pido por todos los enfermos que te invocan con confianza! Oh Madre piadosa, a quien la Iglesia llama confiada ¡Salud de los enfermos!, aquí me arrodillo implorando tu poderosa intercesión. Lo que tantos afligidos obtenían por la palabra y los signos de tu Hijo Jesucristo, lo reciba este querido enfermo (nombre por quien se desea orar), a quien te encomiendo, mediante la aplicación de tu bendita Medalla. Que su eficacia, tantas veces probada y reconocida en todo el mundo, se manifieste una vez más para que cuantos seamos testigos de este nuevo favor tuyo, podamos dar testimonio agradecido y exclamar: ¡El Señor y la Medalla Milagrosa te han curado! Amén.
Acordaos
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir que ninguno de los han acudido a tu protección e implorado vuestro auxilio , haya sido desamparado. Animado por esta confianza, a Vos acudo, oh Madre, Virgen de las vírgenes y gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a comparecer ante Vos. Oh Madre de Dios, no desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Amén
Rezar: tres veces el Padre Nuestro, el Ave María y Gloria.
Jaculatoria: Oh, María, sin pecado concebida,
ruega por nosotros que recurrimos a ti.
En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
8 DE JUNIO DEL 2020

Querido e inolvidable Fray Pedro Temperán, a tres años de tu partida a la casa del Señor, aún nos parece verte caminar por los jardines de tu casa, la Parroquia de Nuestra Señora de Pompeya de Corrientes-Argentina, con tu Rosario en la mano y por cada Ave María que ibas desgranado, ascendía al cielo una súplica al Señor por el alivio del sufrimiento de los que acudían a ti.
Abrazaste con humildad y mucho amor tu vocación de confesor. Ahí, sentado en tu lugar preferido aguardabas en silenciosa oración y paciente espera, a los que con corazón arrepentido se acercaban a ti para confesar sus pecados.
Nunca te faltaba una palabra de aliento, de consuelo y de esperanza. Y fiel a tu gran devoción por el Padre Pío, hacías tuyas las palabras de tu Santo “Ora y ten fe”
Por esas cosas de la vida, en ese jardín, frente al mural de la Virgen, que durante años fue mudo testigo de tantas confesiones, ahora descansan tus restos mortales.
Hoy, tu alma ya está libre de todo sufrimiento y plena de felicidad camina por los senderos del cielo, ahí, muy cerca de tu Padre Pío, de San José y de María, estarás pidiéndoles que intercedan ante Jesús por todos los que hoy extrañamos tu presencia física entre nosotros.
JUNIO MES DEDEICADO AL SAGRADO CORAZÓN
Jesús, Manso y humilde de corazón, Haz nuestro corazón semejante al tuyo.
MAYO MES DEDICADO A MARÍA

¡Oh María sin pecado concebida!, rogad por nosotros que recurrimos a Vos.
“María hermosee y perfume continuamente tu alma con nuevas virtudes y te proteja con su amor maternal. Mantente cada vez más unida a la Madre del cielo, porque Ella es el mar a través del cual se alcanzan las playas de los esplendores eternos en el reino de la aurora” (Padre Pío)
25 DE MAYO ¡FELIZ Y BENDECIDO DÍA DEL PADRE PÍO DE PIETRELCINA!

Los Grupos de Oración y devotos del Padre Pío, oramos sin fronteras, pidiendo su intercesión por el fin de la pandemia en el mudo.
DIAS 23; 24 Y 25 DE MAYO DEL 2020

TRIDUO ONLINE EN HONOR AL SANTO PADRE PÍO.
1- Coronilla a la Divina Misericordia.
2- Oración al Padre Pío por los enfermos.
3- Santo Rosario.
8 DE MAYO DEL 2020
DÍA DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE POMPEYA

Oh, Virgen del Santo Rosario, Madre del Redentor, humilde sierva del Señor, proclamada Reina del mundo, desde lo humilde de nuestras miserias , angustias y pobrezas, nos encomendamos a ti.
Oh, Madre de misericordia obtennos de tu Divino Hijo el perdón de nuestros pecados y ayúdanos a construir un mundo de paz y de perdón.
ABRIL 2020
TIEMPO DE CUARESMA
Tiempo de Cuaresma… Tiempo de ORACIÓN, DE LIMOSNA Y AYUNO…, pero por sobre todo ello, tiempo de CONVERSIÓN.

CRISTO HA RESUCITADO, ¡ ALELUYA! ¡ ALELUYA!
Pascua no es sólo un hecho histórico que, Jesús resucitó de la muerte, sino que es un evento que transforma la vida, no sólo para Jesús, sino también para todos los que creen en Él. Por lo tanto, hoy vemos que nuestro viaje no es en vano; no termina con una lápida. La Pascua es la fiesta de las piedras removidas, las rocas rodadas a un lado. Dios quita incluso las piedras más duras contra las que chocan nuestras esperanzas y expectativas; la muerte, el pecado, el miedo, la mundanalidad, etc. La Pascua es un mensaje de esperanza; no es una esperanza en un sentido mundano, sino el mensaje de la esperanza divina. Esperanza y confianza en el plan perfecto de Dios. Esperanza en el hecho de que Dios siempre tiene un propósito mayor. Recordemos siempre que, Nuestra historia humana no termina con la tumba mundana, porque en este día de Pascua nos encontramos con la "Tumba vacía" de sólo "Piedra angular - Piedra viva" de Jesucristo resucitado y estamos construidos sobre Él. El Señor Resucitado viene a hacer nuevas todas las cosas, a volcar cada piedra de la desilusión. Démosle la bienvenida con una fe fuerte, ¡Aleluya, ha resucitado! Aleluya.
Que esta Pascua te inspire una nueva esperanza, felicidad, prosperidad y abundancia de gracias. Que todas las bendiciones, el amor y la felicidad brillen sobre ti y tus seres queridos. Que tú y tu familia tengan una feliz y bendecida Pascua.
¡Feliz Pascua!
El Señor Resucitado te bendice.
Padre John Mendonca
Parroquia Nuestra Señora de Pompeya.
Corrientes -Argentina
SÁBADO SANTO

¡Mader! Hoy queremos acompañarte en tu dolor.
Hoy vivimos un Sábado Santo diferente y desconocido para muchos de nosotros. Es un Sábado Santo en silencio. Ese silencio que nos habla del dolor de María y tal vez del temor que sintieron los primeros cristianos, al ver la muerte de Jesús en la Cruz.
Hoy el mundo contempla en silencio al Cristo sufriente, en cada hermano afectado por la pandemia. El mundo se encierra en un silencio profundo de oración. Confía y espera la llegada de la Luz que VENCE a las tinieblas del mal. Espera la DOMINGO DE RESURRECCIÓN.
Sábado Santo
?Hoy es Sábado Santo, un día de silencio, un día de espera, un día de confianza. Este es el día en que recordamos cómo Cristo confió en la promesa de Dios, su Padre, siguiendo su voluntad hasta la muerte en la cruz, y luego en la tumba. Sabemos que mañana celebraremos su gloriosa Resurrección y el cumplimiento de la promesa de Dios, pero hoy seguimos esperando, todavía yaciendo en la tumba con Cristo. La muerte es nuestro último temor. Todo lo demás que tememos (miedo de Corona virus, etcétera...), cada lucha que tenemos, es un sabor, un acercamiento escalofriante a la experiencia de perder nuestra vida. Hoy, al contemplar el cuerpo de Jesús en la tumba, y al contemplar el misterio de nuestra muerte, preparamos nuestros corazones para recibir la Buena Noticia de la vida. Sabemos que la tumba estará vacía y permanecerá vacía para siempre como un signo de que nuestras vidas no terminarán realmente, sino que sólo serán transformadas. Nuestra reflexión sobre este sábado santo y nuestra anticipación de la celebración del don de la vida esta noche y mañana, puede traer una inmensa paz y alegría, una poderosa libertad y vitalidad a nuestras vidas. Porque si realmente creemos que la muerte no tiene un verdadero poder sobre nosotros, podemos caminar cada día en la gracia que se nos ofrece - dar nuestras vidas en amor y servicio desinteresado como Jesucristo nuestro Salvador.
¡Señor ten piedad de mí!
Dios te bendiga
Padre John Mendonca
Parroquia de Nuestra Señora de Pompeya
Corrientes- Argentina
Viernes Santo
Pasión y Muerte de Jesucristo.
“Allí, al pie de la cruz de Jesús, las almas se revisten de luz, se inflaman de amor, allí les cercen alas para elevarse en los vuelos más excelsos. Que esta cruz sea también para nosotros para siempre el lecho de nuestro reposo, nuestra escuela de perfección, nuestra amada herencia…” (Padre Pío)
VIERNES SANTO
Viernes Santo es la mejor historia de amor que podemos imaginar. El amor es una entrega total.
Y Jesús nos mostró el ejemplo perfecto. Se entregó a sí mismo por nosotros: "No hay mayor amor que el que un hombre da su vida por sus amigos". Le dimos a Jesús, la cruz y la convirtió en una escalera para que subiéramos al cielo. Le dimos a Jesús, el beso de la traición y nos dio sus brazos abiertos de abrazo. Pusimos nuestro pecado sobre él y él puso su gracia sobre nosotros. Sí, el Viernes Santo es un día de sentimientos encontrados: lágrimas por nuestros pecados que llevaron a Jesús a su muerte en la cruz, así como alegría por la nueva vida que su muerte nos dio. Pero sobre todo, la gratitud es lo que Dios espera de nosotros - esta gratitud debería hacernos odiar el pecado, recordar el sacrificio de Jesús en todo momento, y traducir nuestro amor a Dios en amor a todo su pueblo. Que Dios nos conceda corazones verdaderamente contritos, y que siempre llene nuestras vidas con canciones de agradecimiento ahora y por la eternidad. ¡Amén!
Dios te Bendiga.
Frey John Mendonca
Parroquia de Nuestra Señora de Pompeya Ctes-Arg.
Jueves Santo
ÚLTIMA CENA
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Durante La Última Cena, Jesús lava los pies a sus discípulos, para darnos ejemplo de humildad y enseñarnos cómo debemos servirnos los unos a los otros.
Bajo las especies de pan y vino Instituyó la Eucaristía y el Sacerdocio.
Al finalizar la cena se retira para orar en el Huerto de Getsemaní.
Miércoles Santo
Judas Iscariote conspira contra Jesús, para traicionarlo por treinta monedas de oro.
Martes Santo
Jesús anticipa a sus apóstoles la traición de Judas y las Negaciones de Pedro.
“Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar…”
…“Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces”.
Juan 13, 21-33 36-38
LUNES SANTO
JESÚS SINTIÓ HAMBRE
Sintió hambre de camino a Jerusalén, se acercó a una higuera frondosa y al no tener fruto la maldijo (Mc.11, 14) y al día siguiente al día siguiente el árbol se secó. Ante ese hecho los discípulos se sorprendieron, Jesús se valió de la sorpresa de ellos para enseñarles el valor de la fe, les dijo:
21 "De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho."
22 "Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis." (Mateo 21:21-22)
EXPULASA A LOS VENDEDORES DEL TEMPLO. (Mc.:11,15)
Jesús purifica el Templo que fue tomado por mercaderes, el comercio y la avaricia de los hombres habían alterado la esencia de la casa del Señor.
12 Y entró Jesús en el templo de Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas.
13 y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. (Matero 21: 12,13)
DOMINGO DE RAMOS
"Bendito el que viene como Rey en nombre del Señor. Paz en el cielo y gloria en lo alto".
Este es un Domingo de Ramos diferente,… todos sabemos que por el aislamiento que está padeciendo el mundo entero, por el drama de la pandemia del covid19, no podemos reunirnos en las iglesias… es una época en que nuestra iglesia doméstica se fortalece. Es en el silencio en nuestro hogar que podemos meditar en los dolores de nuestro Cristo vivo, que está en esos hermanos que sufren por haber contraído el virus o por falta de recursos para acceder a un tratamiento adecuado, o para poder llevar un pedazo de pan a su mesa, por estar solos... todo eso nos hace sentir a Jesús más cerca que nunca…Muchos ni siquiera tienen un pequeño y humilde ramo para adornar la puerta de su casa, en conmemoración de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, pero el Rey de reyes, sabe que el más bello de los ramos, el ramo de los ramos, se lo ofrecen en el templo del corazón.
MARZO 2020
El Dios de los cristianos es el Dios de las transformaciones. Echáis en su seno el dolor y sacáis la paz; echáis desesperación y veréis surgir le esperanza. (Padre Pío)
LUNES 23
Le lunes 23 a las 15:30 hs. Todos los grupos de grupos de oración y devotos del Padre Pío de Pietrelcina, estaremos unidos en el mismo momento para pedir al Padre Pío que interceda ante Jesús por el fin de la pandemia.

ORACIÓN A PADRE PÍO EN EL TIEMO DEL CORONAVIRUS
Oh glorioso Padre Pio,
Cuando nos has constituido Grupos de Oración, nos has “acompañado a la Casa del Alivio, como posición de avanzada de esta Ciudadela de la Caridad”, y nos has asegurado que nuestra vocación es la de ser “viveros de fe y hogueras de amor, en los cuales Cristo mismo está presente”.
En este tiempo de pandemia, resulta imposible reunirnos físicamente como Grupos de Oración, pero cada uno de nosotros sabe ser persona de oración en comunión con muchas otras, de las cuales conoce nombres y rostros. En este trágico tiempo, oh glorioso Padre Pío, haznos sentir que estamos verdaderamente unidos en un solo gran Grupo que abraza a todo el mundo y que se hace portavoz de todas las Ciudadelas de caridad, que, desde lejos, sufren y pagan con su profesión para derrotar el mal del Coronavirus.
Oh glorioso Padre Pío, hazte mediador de nuestra oración con el Cristo Crucificado del cual has sido constituido cireneo de la humanidad.
A través de tu mediación queremos interceder:
Por las personas golpeadas por el virus,, y por las que por este flagelo han dejado este mundo: “heridos y caídos” por una guerra que llegó de improviso y sin estar declarada;
Por las familias de los difuntos y de los enfermos, marcadas en los afectos más queridos y preocupados: “víctimas inermes” de un enemigo que llegó como un ladrón para modificar los afectos y las relaciones;
Por quien está obligado a la experiencia de la cuarentena: experiencia casi de un “arresto domiciliario”, no por culpa cometida, sino tocado por un suceso incomprensible, tal vez infectado mientras cumplía con su propio deber profesional;
Por los médicos de familia y obreros de los primeros auxilios: “atrincherados”, con pocas seguridades y a veces, sin medios para combatir a un enemigo invisible;
Por los médicos, enfermeros, obreros sanitarios y todos los trabajadores de los establecimientos hospitalarios: “campos de batalla” sin horarios, sin turnos y con las fuerzas que comienzan a disminuir;
Por los responsables de la vida civil, gobernantes y administradores: líderes en tiempos de calamidad, obligados a asumir decisiones que parecen amargas e impopulares;
Por los últimos, que no aparecen más en las informaciones periodísticas y televisivas: los emigrantes, los refugiados, cuyas vidas corren riesgo atravesando sobre las barcas “nuestro mar”: todos estos existen todavía, como antes, y continúan en su Calvario;
Por cada uno de nosotros que vive este tiempo con el corazón herido, pero que sabe que, sobre todo en una situación como esta, debe ser todavía más vivero de fe y hogar de amor.
Ayúdanos, oh glorioso Padre Pío, a interceder por todas estas personas: son la carne de Cristo, son la Eucaristía, que en estos días no pueden recibir; son la Eucaristía viviente, hecha persona débil y sufriente… pero que resplandece en su propio rostro el Rostro del Hijo de Dios, del dulcísimo Jesús Crucificado y Resucitado.
¡Amén!
MARZO 2020
“ORA Y ESPERA; NO TE INQUIETES. LA INQUIETUD NO CONDUCE A NADA. DIOS ES MISERICORDIOSO Y ESCUCHARÁ TU ORACIÓN.” (Padre Pío)
Ante la pandemia, que azota al mundo, es imperioso que nos mantengamos unidos en oración, porque al coronavirus no se lo vence si no es por medio de la oración.
No es preocupándonos como dejará de atacar, sino ocupándonos…ante la imposibilidad reunirnos físicamente, formemos “ríos de personas orando”, valiéndonos de los medios de comunicación para unirnos en un gran Grupo que abrace al mundo, llevando como bandera la fe y la esperanza.
Cuando la tormenta se desata y todo se vuelve oscuro, si levantamos la vista al cielo, encontraremos un pequeño orificio por donde se filtra un rayito de sol. Busquemos ese rayito en medio de esta tormenta, que nos dará la certeza de que el sol siempre está y que la tormenta pasa, vuelve la calma y renace la esperanza. Sólo tenemos que saber esperar… Esperar en el Amor de Dios que todo lo puede.
Hagamos como las flores de los girasoles que cuando el sol se oculta, se vuelven las unas a las otras para compartir su calor, mientras esperan la salida del sol.

FEBRERO 2020
“Que el Espíritu Santo te colme con sus dones y te vuelva fuerte en la batalla de la vida.” (Padre Pío)
Tiempo de Cuaresma… Tiempo de ORACIÓN, DE LIMOSNA Y AYUNO…, pero por sobre todo ello, tiempo de CONVERSIÓN.
Nuestro Padre Dios, nos cobija entre sus brazos, como a niños pequeños.
¡¡Es tan grande su Amor por nosotros!! ... ¡¡Tan infinitamente grande, que nos cuesta imaginar la magnitud de ese Amor!!
Por amarnos tanto, tuvo misericordia de nosotros y nos envió a su único Hijo para que, muriendo en la cruz, nos salvara del pecado y nos diera Vida Eterna.
“La Cuaresma, no es sólo un recuerdo, sino un continuo llamado a la conversión.” Juan Pablo II
MIÉRCOLES 26 DE FEBRERO DEL 2020: INICIAMOS EL CAMINO DE LA CUARESMA

El Miércoles de Ceniza marca el inicio del camino de la Cuaresma.
Durante este tiempo, la cristiandad camina para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día en que se celebra su triunfo, su Pascua de Resurrección.
LA CENIZA, LA CRUZ Y LA CRUZ EN LA FERNTE
La ceniza: Era usada en la antigüedad por el pueblo Hebreo. Cuando se sabían en pecado, se cubrían el cuerpo con cenizas en señal de penitencia, arrepentimiento y purificación.
Hoy la ceniza representa un signo de humildad, que al recibirla de manos del sacerdote nos reconocemos pequeños, pecadores y necesitados del perdón de Dios, y nos recuerda nuestra propia fragilidad y lo efímero de la vida.
La Cruz: Es el signo y símbolo de Cristo y su sacrificio por nosotros.
La Cruz en la frente: Se inspira en Ezequiel 9,4, que dice: "Recorre Jerusalén, marca con una cruz en la frente a los hombres que se lamentan y que gimen por todas esas prácticas escandalosas que se realizan en esta ciudad".
BENDITO Y SANTO INICIO DE CUARESMA
Que el Señor nos fortalezca en la oración, la esperanza y la caridad, para transitar este Tiempo de perdón, de reconciliación y sobre todo de conversión. Que nos dé la humildad y la fe del Cirineo para acompañar en su calvario a nuestro Cristo vivo y sufriente.
DOMINGO 23: SANTA MISA POR EL ALIVIO DEL SUFRIMIENTO

ENERO 2020
Comencemos el nuevo año con el corazón puesto en Dios y con el firme propósito de ser constructores de paz.
Si no hay paz en el mundo, es porque nos hemos olvidado de amar. El amor es la fuerza más grande que existe en el cielo y en la tierra, pero a la vez la más humilde y generosa.
“Sin amor, la verdadera vida humana no existe. Sólo vivimos realmente al contemplar con amor una rosa, un ave, una estrella, una obra de arte; cuando anhelamos la felicidad de alguien, cuando buscamos amorosamente la verdad y la justicia, cuando avanzamos hacia la perfección.
Por el amor existimos y para amar vivimos. Aprender a vivir es aprender a amar, porque sólo quien ama vive. Una persona ama realmente cuando se entrega por entero sin pedir nada, sin esperar nada a cambio, tal como la naturaleza nos brinda generosa sus dones…”(Mahatma Gandhi).
¡¡Feliz de aquel que logre ser, con sus actitudes, un constructor de la Paz!!